Forward from: Akasha Comunidad
#PericarditisPosteriorALaVacunación 300821
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Hace un par de semanas salió una publicación en la Revista Española de Cardiología (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8282480/), que reporta dos casos de Pericarditis posteriores a la administración de la vacuna Pfizer (llamada BNT-162b, Comirnaty o Tozinameran), en un hombre de 36 años y en un hombre de 80 años. Los autores concluyen que es razonable establecer la causalidad dado que ambos eventos ocurrieron 11 días posteriores a la recepción de la segunda dosis, y además, mecanísticamente, cada vez hay más evidencia de que ocurren reacciones autoinmunes posteriores a la exposición de la proteína Spike (ver Talotta 2021 Clin Immunol 224:108665). Estos casos reportados se suman a otros casos posteriores a la vacunación que ya han sido documentados en revistas científicas (por ejemplo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33776190/;https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33994339/; https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34367386/).
No le ocurren efectos semejantes (ni tromboembolismos, ni alteraciones reproductivas, ni linfadenopatías, ni alteraciones neurológicas, reacciones también registradas post-vacunación, muchas de las que he hablado en otros textos) a todos los que reciben la vacuna - ¡por supuesto que no! pero esas reacciones derfinitivamente están ocurriendo en algunas personas. ¿Te vuelve irresponsable aceptarlo? ¡Me parece que es todo lo contrario! Y cuando se reportan en personas jóvenes, que no tienen riesgo alto de enfermar gravemente si se infectan de SARS-CoV-2, no solamente basta con reportarlo. Es indispensable aceptar que algo está muy mal en el balance cost-beneficio de la aplicación masiva de estos fármacos.
Espero que esta información y las ligas a los artículos les sean de utilidad y les deseo una linda noche. Karina AW
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Hace un par de semanas salió una publicación en la Revista Española de Cardiología (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8282480/), que reporta dos casos de Pericarditis posteriores a la administración de la vacuna Pfizer (llamada BNT-162b, Comirnaty o Tozinameran), en un hombre de 36 años y en un hombre de 80 años. Los autores concluyen que es razonable establecer la causalidad dado que ambos eventos ocurrieron 11 días posteriores a la recepción de la segunda dosis, y además, mecanísticamente, cada vez hay más evidencia de que ocurren reacciones autoinmunes posteriores a la exposición de la proteína Spike (ver Talotta 2021 Clin Immunol 224:108665). Estos casos reportados se suman a otros casos posteriores a la vacunación que ya han sido documentados en revistas científicas (por ejemplo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33776190/;https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33994339/; https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34367386/).
No le ocurren efectos semejantes (ni tromboembolismos, ni alteraciones reproductivas, ni linfadenopatías, ni alteraciones neurológicas, reacciones también registradas post-vacunación, muchas de las que he hablado en otros textos) a todos los que reciben la vacuna - ¡por supuesto que no! pero esas reacciones derfinitivamente están ocurriendo en algunas personas. ¿Te vuelve irresponsable aceptarlo? ¡Me parece que es todo lo contrario! Y cuando se reportan en personas jóvenes, que no tienen riesgo alto de enfermar gravemente si se infectan de SARS-CoV-2, no solamente basta con reportarlo. Es indispensable aceptar que algo está muy mal en el balance cost-beneficio de la aplicación masiva de estos fármacos.
Espero que esta información y las ligas a los artículos les sean de utilidad y les deseo una linda noche. Karina AW