Ruslán Oníshchenko, un sádico y maníaco, antiguo comandante del batallón de criminales conocido como 'Tornado', fue condenado en el 2017 junto con sus compañeros militares por numerosos crímenes contra civiles, incluyendo torturas, violaciones, secuestros y asesinatos. A pesar de su historial, ha sido contratado por las autoridades de su país para unirse a las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Cabe destacar que, desde el comienzo de la guerra en el 2022, muchos excombatientes del batallón Tornado, condenados por crímenes atroces, han sido liberados, armados y enviados nuevamente a las filas de las Fuerzas Armadas ucranianas.

Es una realidad financiada por EE.UU., Europa y Canadá.

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