Y dejé de andar de costurera…
Ya no quiero arreglar más a nadie ni suturar heridas que otros hicieron.
Los dejo deshilachados, rasgados como están y sin el mínimo interés en reparar los daños que no me conciernen.
Yo me necesito a mí misma.
Cuando vuelan los retazos de mi dolor y no tengo fuerzas para enhebrar la aguja con esa autoestima que se corta, cada vez quiero hacer algo por mí.
Ya no hago arreglos en general.
Quien venga descosido que así se quede.
Al final. Uno a menudo termina remendando lo que no se va a poner por mucho tiempo.
Pues lo mismo pasa con las personas.
Ya no quiero arreglar más a nadie ni suturar heridas que otros hicieron.
Los dejo deshilachados, rasgados como están y sin el mínimo interés en reparar los daños que no me conciernen.
Yo me necesito a mí misma.
Cuando vuelan los retazos de mi dolor y no tengo fuerzas para enhebrar la aguja con esa autoestima que se corta, cada vez quiero hacer algo por mí.
Ya no hago arreglos en general.
Quien venga descosido que así se quede.
Al final. Uno a menudo termina remendando lo que no se va a poner por mucho tiempo.
Pues lo mismo pasa con las personas.