Un año después del comienzo de la Operación Militar Especial, el gigante armamentístico
Rheinmetall continuaba su expansión adquiriendo la española
Expal, una operación no exenta de
polémica y puntos oscuros, y que se ha zanjado con las fábricas españolas trabajando a pleno rendimiento para cumplir los compromisos comerciales que el grupo alemán tiene con el ejército turco (
Siria), el ejército Israelí (
Palestina) y en general con los ejércitos de la
OTAN, que a su vez surten el arsenal del ejército de Kiev, algo que no debe sorprendernos; ya en la segunda guerra mundial
Rheinmetall, como parte del conglomerado
Reichswerke Hermann Göring, fue parte fundamental de la industria bélica nazi.
Han pasado los años, pero
Rheinmetall ha sabido conservar sus relaciones con la esfera política. Un ejemplo cercano: en el consejo de administración de
Expal (Explosivos Alaveses) encontramos a
Rafael Bardají, ex miembro del
PP, ideólogo del partido político
Vox y encargado de sus relaciones con grupos estadounidenses neoconservadores.
En las imágenes un cargamento de obuses listo para su distribución en la fábrica de
Expal Rheinmetall en Quintanilla Sobresierra (Burgos).