Estados Unidos en una encrucijada transcendental.
La
#FIDH hace un llamado a los estadounidenses a votar por los pilares democráticos que sostienen el desarrollo de los derechos en el país.
Un nuevo mandato de Trump, más radical y extremista, representaría un punto de quiebre e inflexión:
Su desprecio por los valores democráticos, demostrado en su intento por interferir en los resultados electorales 2020, y que viene siendo objeto de una investigación judicial, sirve como advertencia del proyecto de acelerado desmantelamiento institucional, del Estado de derecho y del equilibrio de poderes.
Esta vez, su afán de venganza personal estará enfocado en la criminalización y eliminación de oponentes políticos.
Al mismo tiempo, su discurso abiertamente xenófobo y racista, eco del mensaje supremacista blanco, ha marcado la campaña republicana.
A los insultos y burlas que denigran a millones de personas racializadas, se han sumado promesas electorales que apuntan a deportaciones masivas y arremeten contra la población inmigrante, a quienes incluso ha llegado a tildar como “el veneno que contamina la sangre estadounidense”.
Una hipotética victoria del partido republicano en el Congreso y/o en el Senado supondría una amenaza real para la supervivencia de los derechos fundamentales que tanto han costado construir en el último siglo.
El desmantelamiento del fallo Roe vs. Wade, que ha privado a millones de mujeres del derecho a decidir sobre sus propios cuerpos, es tan solo la antesala de lo que podría ser un progresivo retroceso en materia de derechos.
La FIDH, con su firme compromiso con la defensa de los derechos humanos, cree que estas votaciones no sólo pondrán a prueba una vez más la resistencia de los valores democráticos en crisis, sino que también serán decisivas en la lucha por los derechos fundamentales de millones de personas.
FIDH
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