Desde Sumer hasta hoy la Humanidad no ha dejado de «anhelar el Cielo». El siglo XIX acabó del mismo modo que dio comienzo el XX: con la mirada de las mujeres y hombres más brillantes de la época enfocada en el espacio. El invento del cinematógrafo por los hermanos Lumière se convirtió en una vía maravillosa para expresar este anhelo. Así, Georges Méliès filmó en 1902 Le Voyage dans la Lune, la película más emblemática de la historia del cine. Es la primera de ciencia ficción, rodada en blanco y negro y muda.
En el filme, seis astrónomos llegan a la Luna en un cohete espacial disparado por un cañón. Allí tienen problemas con los nativos, los selenitas, que armados hasta los dientes persiguen a los terrícolas para vengar la muerte de uno de los suyos, causada inintencionadamente por los exploradores terrícolas.
En el filme, seis astrónomos llegan a la Luna en un cohete espacial disparado por un cañón. Allí tienen problemas con los nativos, los selenitas, que armados hasta los dientes persiguen a los terrícolas para vengar la muerte de uno de los suyos, causada inintencionadamente por los exploradores terrícolas.