EL AULLIDO CANAL Fernando López-Mirones

Sr Mirones:
He comprado y leído sus 2 últimos libros YO, NEGACIONISTA y LUPUS DEUS que me han encantado.
Pensando cómo conseguir que más gente los leyese, recordé que en la biblioteca de mi pueblo dejan que los usuarios hagan peticiones de compras de libros: tienen fondos para renovar los libros que se prestan. Así que solicité que comprasen los 2 títulos (que yo ya me había leído).
Pues bien, hoy he ido a la biblioteca y me he llevado 2 sorpresas:
1. La bibliotecaria que me ha atendido me ha reconocido como "la contestataria de la Agenda 2030 (nos dieron un cursillo obligatorio a ambas sobre el esfínter de colores y yo alcé la voz en unas cuantas ocasiones)
2. Ella se está leyendo LUPUS DEUS, el libro que yo encargué. Me ha dicho que en la biblioteca también tienen YO, NEGACIONISTA.
Así que ya sabe: en la biblioteca de Blanes pueden encontrar sus libros al alcance de todos.
Un saludo,
Lydia

Yo conocí a Fernando este verano y ahí leí Yo, negacionista. Me llevé dos semanas depresivo perdido y aunque no me encajaban los sinsentidos de la pandemia y la pasé en Alemania, donde vivo, me dejé pinchar 3 veces.

Descubrir a este señor es una de las mejores cosas que me han ocurrido y tengo pendiente comprarme pronto el Lupus Deus antes de que lo prohíban

Una buena noticia.
Me informan de ALMUZARA LIBROS (Arcopress), que el Consejo Editorial ha decidido que LUPUS DEUS, EL DIOS LOBO sea uno de los elegidos para sacar en 2025 también la edición de bolsillo.
Además de la 3ª EDICIÓN ya en marcha, la edición de bolsillo se suma (no sustituye) a la versión de rústica (la “grande”), y no compite con ella.
Solo los libros más vendidos son seleccionados cada año para salir también en bolsillo.
Gracias a todos los lectores por el apoyo, que espero que siga en esta campaña de Navidad regalando mis libros a todos aquellos seres queridos a los que quieran ayudar a ver ciertas cosas que necesitan ser explicadas, además divirtiéndose mientras lo hacen.
También YO, NEGACIONISTA, que salió a bolsillo tras la 6ª EDICIÓN en rústica, sigue vendiéndose muy bien porque muchos lectores que nos descubrieron con LUPUS DEUS deciden leerlo después al gustarles el estilo.
De verdad que me ayudan mucho a seguir escribiendo, porque ese es el fin de que un libro tenga éxito, que permite al autor escribir el siguiente, y otro, y otro más. Tengo mucho que contarles todavía.
Si por mi fuera habría publicado un solo libro imposible de tres mil páginas, pero por suerte mis editores me lo impidieron aconsejándome sabiamente que deje algo para el siguiente.
Los libros que merecen la pena, y me gustaría que los míos lo fueran, no son flor de un día, van creciendo con el tiempo, con ventas sostenidas según los lectores empatizan con el escribidor que aúlla.
Si les gustaron YO, NEGACIONISTA y LUPUS DEUS, EL DIOS LOBO, no olviden que son un buen regalo en estos tiempos atribulados en los que necesitamos obras positivas que nos saquen del ruido, los bulos y la propaganda.
Solo en las manos de ustedes está compensar el silencio de los medios oficialistas, la cancelación y la falta de entrevistas a la que me someten como autor.
Gracias por tanto. Si puedo sobrevivir escribiendo seguiré haciéndolo.
Un aullido

Acabo de terminar su libro LUPUS DEUS, EL DIOS LOBO. Bien, verdad y belleza. Ha resultado mi segundo alumbramiento al mundo, a la verdad, mi salida de la Matrix. Una delicia las fotografías, lo he leído por la noche, en la cama, antes de dormir, con la misma ilusión que de niña me llevaba mi libro sobre Egipto y los faraones. No le conocía hasta el año pasado, así que con la plandemia consiguieron engañarme... Voy con retraso ahora empiezo Yo, Negacionista. Gracias por sus conocimientos, valentía, integridad y generosidad. La verdad os hará libres. Que Dios le bendiga. Un aullido.

EL ÚLTIMO BAR.
F.L. Mirones (2/2)

Si no ha encontrado todavía a Dios, no descarte abrir las puertas y ventanas de su alma para ver si está ahí fuera llamándole, muchos le decimos que está, mire a ver, pero debe usted abrirlas primero. Descuide, si no hubiera nadie, siempre puede volver a cerrarlas, pero si no lo intenta nunca lo sabrá.
Nos vemos en el último bar que encontremos, o tal vez no, pero no ha de importarnos, porque tarde o temprano el Bien triunfará, está escrito.
Un aullido.

EL ÚLTIMO BAR.
F.L. Mirones (1/2)

Los que estamos hablando claro desde hace años a un alto precio personal tenemos la obligación moral de generar la suficiente inercia en nuestros lectores como para que cuando nos silencien sigan sin nosotros.
Recuerden que cuando nos hagan desaparecer será la señal de que ganamos, la antesala de la victoria final.
No se alarmen, sigan firmes con lo ya dicho, recuerden, rememoren y compartan como si nada hubiera pasado.
El legado negacionista está más fuerte que nunca, puede que entonces sea la hora del relevo, puede que usted sea el responsable de seguir con más ilusión que nunca, lo importante ya está escrito, lo fundamental es la libertad, la bondad, el amor y la espiritualidad en Dios; le de usted el nombre que le quiera dar, es Dios.
Cuando corten nuestras cabezas no se paren a llorarnos, solo somos un eslabón que cumplió su función en un momento determinado; cojan la enseña y sigan avanzando, eso nos hará felices.
Cuando ya no pueda hablarles lo habré dicho todo, nunca olviden el camino que recorrimos juntos, en él está lo que ha de contar la historia cuando finalmente vuelva la luz, algo que no ha de tardar.
Matarán a los heraldos pero nunca a sus mensajes, que ya son de todos, úselos, muévalos entonces más que nunca.
No haga caso del olvido inducido, somos nosotros los que narramos nuestra propia historia, ellos no lo harán.
Estén atentos a los flautistas de Hamelin, cada vez hay más, son excelentes en su trabajo. Recuerden que son perfectos como la fruta de plástico, la que no alimenta; la de verdad tiene manchas, defectos en su piel, pero dentro es la auténtica. Hemos de aprender a distinguirlos, son extremadamente atractivos y el sistema los ayuda a parecer rebeldes a tus ojos con pequeñas cancelaciones aparentes. La cancelación de verdad es otra cosa.
Cuando ya no estemos, será la señal esperada de que la victoria final se aproxima, no lo olviden, no estaremos aquí para recordárselo.
Sean optimistas, lo peor ya lo hemos vivido, no guarden rencor a los engañados, los necesitamos para el nuevo mundo que nace. No reprochen su pasado a los que cambian de opinión, son el futuro y la prueba de que avanzamos. Los conversos son la fuente de la que bebemos para crecer.
Solo el olvido es nuestro enemigo, pero no el perdón, sin el cual no avanzaremos. El perdón es amor, y el amor los destruye por completo porque no lo entienden.
Cuando nos hayamos ido recordad los buenos tiempos, porque no fueron malos, nos hicieron como somos porque sufrir enriquece, luchar fortalece y la soledad nos acerca a Dios.
Solo así seremos eternos, solo así somos invencibles.
Volverán las nubes de algodón sobre fondo azul puro, pronto podremos mirar al cielo como solíamos.
Tengan esperanza, hay muchos hombres buenos, hay millones de personas maravillosas que solo esperan un apoyo para repartir luz; a veces son tímidos, humildes “¿qué puedo hacer yo?” se preguntan. Puede que usted esté destinado a activar a personas valiosas, quizá su misión sea encender a otros más eficientes que usted pero que necesitan su chispa para arrancar.
No se siente a lamentar que el mundo está fatal ayudando a los malos a difundir miedo, muévase para buscar soluciones cotidianas, recuerde las palabras mágicas: “no me da la gana”.
A menudo somos héroes de causas épicas temporales pero nos mostramos paralizados y tímidos para decir basta en una situación diaria. No pueden con todos si somos activistas de la libertad individual cada amanecer. Salgamos a la vida dispuestos a pelear todas las pequeñas trabas que nos quieren imponer; no tema al profesor de sus hijos, ni a su jefe, ni al conductor del autobús, ni al guardia de seguridad, ni a un cartel en una pared, sonría y desobedezca con seguridad todo aquello que es absurdo.
Cuando nos hallamos ido recuerde que no hacemos falta ya, porque si alguna vez, hace años, usted tuvo dudas, ya las ha cambiado por certezas.