"Lo esencial es tener en el fondo del corazón una gran fuerza que caliente y empuje hacia adelante, que reanime los nervios aflojados, que haga latir con gran fuerza la sangre cansada, que ponga el fuego a arder en los ojos y venza.
Entonces ya nada cuesta, incluso el dolor se convierte en alegría porque se ha elevado el propio don, y se ha purificado el propio sacrificio."
Léon Degrelle.
Almas ardiendo.
Entonces ya nada cuesta, incluso el dolor se convierte en alegría porque se ha elevado el propio don, y se ha purificado el propio sacrificio."
Léon Degrelle.
Almas ardiendo.