La entrevista que criticamos ayer contribuye a una dinámica mayor que hemos señalado en el pasado, la de solo dar voz a israelíes ("disidentes" o fascistas alineados con la política de su Estado) como única manera de presentar la causa palestina, sistemáticamente obviando la capacidad del pueblo palestino para articularse políticamente y ignorando a sus líderes políticos.
No solo eso, sino que además las únicas voces palestinas que pueden llegar a propagarse siempre responden al esquema victimizante que espera la sociedad occidental: "me han destruido la casa, mi familia ha muerto, no hay medicinas".
Obviamente entrevistar no es apoyar, pero tampoco nos hagamos trampas al solitario. No compramos que esa entrevista sea "una de las muchas realidades", que venga a poner el foco en un lugar concreto como podría haber sido cualquier otro. El otro lado del escenario, el del campo palestino está absolutamente vetado porque el juego está amañado, y es por eso por lo que jamás escucharemos una entrevista de Abu Obeida (portavoz de Hamas) o de Abu Jamal (portavoz del FPLP) ni en el
diario.es ni en RTVE.
Es increíble el nivel de hermetismo que incluso con medios árabes potentes como Al Jazeera o Al Mayadeen que difunden y traducen las ruedas de prensa, no se cuela ni media frase en ningún telediario. No solo eso, sino que se asume la información de los sionistas como veraz, y llevan a los todos reporteros occidentales al mismo plató de guerra que ha montado el ejército israelí. Y se ignora o cuestiona el relato de la resistencia, cuando emite reportes cada pocas horas (30.000 muertos "según Hamás") y los prueba con evidencias en vídeo.
Resumiendo: no nos tragamos la apología del periodismo que fiscaliza y arroja luz sobre lugares menos transitados, en este caso. Y esto lo seguiremos opinando hasta que veamos publicadas las entrevistas con los líderes de la resistencia del interior y de la diáspora.