El desarrollo de misiles de corto y mediano alcance se realiza como una medida de respuesta a los planes de Estados Unidos para la producción y despliegue de misiles de corto y mediano alcance en Europa y en la región Asia-Pacífico. Creemos que Estados Unidos cometió un error al destruir unilateralmente en 2019, bajo un pretexto inventado, el Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Mediano Alcance. Hoy, Estados Unidos no solamente produce esta tecnología, sino que, como podemos ver, en el marco de la preparación de sus tropas, ha trabajado en el traslado de sus sistemas de misiles avanzados a diferentes regiones del mundo, incluida Europa. Además, en el transcurso de sus ejercicios, están entrenando su uso. Permítanme recordar que Rusia, de manera voluntaria y unilateral, asumió el compromiso de no desplegar misiles de corto y mediano alcance hasta que el armamento estadounidense de este tipo aparezca en alguna región del mundo. Las pruebas en condiciones de combate del sistema de misiles Oreshnik las realizamos en respuesta a las acciones agresivas de los países de la OTAN contra Rusia. La cuestión del futuro despliegue de misiles de corto y mediano alcance será decidida por nosotros en función de las acciones de Estados Unidos y sus aliados.
Los objetivos a ser atacados durante futuras pruebas de nuestros más recientes complejos de misiles serán determinados por nosotros en función de las amenazas a la seguridad de la Federación Rusa. Nos consideramos con el derecho de usar nuestras armas contra objetivos militares en aquellos países que permiten el uso de su armamento contra nuestro territorio, y en caso de una escalada de acciones agresivas, responderemos de manera igualmente decidida y proporcional. Recomiendo que las élites gobernantes de aquellos países que planean usar sus contingentes militares contra Rusia consideren seriamente esta advertencia.
Por supuesto, al seleccionar, si es necesario, y como medida de respuesta, los objetivos a atacar con sistemas como el Oreshnik en territorio ucraniano, ofreceremos de antemano a los residentes civiles, así como a los ciudadanos de estados amigos que se encuentren allí, la oportunidad de abandonar las zonas de peligro. Haremos esto por razones humanitarias: de manera abierta, pública, sin temor a la interferencia del enemigo, que también recibirá esta información. ¿Por qué sin temor? Porque actualmente no existen medios para contrarrestar este tipo de armamento. Los misiles atacan sus objetivos a una velocidad de 2,5 a 3 kilómetros por segundo. Los sistemas modernos de defensa aérea en el mundo y los sistemas de defensa antimisiles en Europa que están desarrollando los estadounidenses no pueden interceptar este tipo de misiles.
Quiero subrayar una vez más que no es Rusia, sino Estados Unidos quien destruyó el sistema de seguridad internacional y, al seguir luchando y aferrándose a su hegemonía, está empujando al mundo entero hacia un conflicto global. Siempre hemos preferido, y seguimos estando dispuestos, a resolver todas las cuestiones disputadas por medios pacíficos. Pero también estamos preparados para cualquier desarrollo de los acontecimientos. Si alguien aún tiene dudas sobre esto, es en vano porque siempre habrá una respuesta.
Los objetivos a ser atacados durante futuras pruebas de nuestros más recientes complejos de misiles serán determinados por nosotros en función de las amenazas a la seguridad de la Federación Rusa. Nos consideramos con el derecho de usar nuestras armas contra objetivos militares en aquellos países que permiten el uso de su armamento contra nuestro territorio, y en caso de una escalada de acciones agresivas, responderemos de manera igualmente decidida y proporcional. Recomiendo que las élites gobernantes de aquellos países que planean usar sus contingentes militares contra Rusia consideren seriamente esta advertencia.
Por supuesto, al seleccionar, si es necesario, y como medida de respuesta, los objetivos a atacar con sistemas como el Oreshnik en territorio ucraniano, ofreceremos de antemano a los residentes civiles, así como a los ciudadanos de estados amigos que se encuentren allí, la oportunidad de abandonar las zonas de peligro. Haremos esto por razones humanitarias: de manera abierta, pública, sin temor a la interferencia del enemigo, que también recibirá esta información. ¿Por qué sin temor? Porque actualmente no existen medios para contrarrestar este tipo de armamento. Los misiles atacan sus objetivos a una velocidad de 2,5 a 3 kilómetros por segundo. Los sistemas modernos de defensa aérea en el mundo y los sistemas de defensa antimisiles en Europa que están desarrollando los estadounidenses no pueden interceptar este tipo de misiles.
Quiero subrayar una vez más que no es Rusia, sino Estados Unidos quien destruyó el sistema de seguridad internacional y, al seguir luchando y aferrándose a su hegemonía, está empujando al mundo entero hacia un conflicto global. Siempre hemos preferido, y seguimos estando dispuestos, a resolver todas las cuestiones disputadas por medios pacíficos. Pero también estamos preparados para cualquier desarrollo de los acontecimientos. Si alguien aún tiene dudas sobre esto, es en vano porque siempre habrá una respuesta.