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GRUTAS MIRA DE AIRE, MIRA DE AIRE, PORTUGAL.
Las místicas Grutas de Mira de Aire constituyen el conjunto de grutas visitable más grande del país y se encuentran enclavadas a unos 15 kilómetros de la afamada localidad de Fátima, en un pueblo llamado Mira De Aire, ubicado a la derecha de la N 243 en dirección hacia Porto de Mós, a la entrada de la Serra d'Aire.
Estas cuevas, conocidas también como grutas dos Moinhos Velhos, fueron descubiertas en 1947, y hasta el momento son las mayores existentes en Portugal. Se encuentran unidas por una serie de túneles artificiales que totalizan una longitud de más de 4 kilómetros, de los que se visitan aproximadamente 600 metros, y cuentan con un desnivel de 110 metros.
El recorrido es en forma de espiral descendente, tiene 683 escalones y el final de la ruta cuenta con un ascensor para retornar.
Las cavidades mayores de este conjunto de grutas son: el Gran Salón, con 60 metros de alto y 45 de ancho; y la Sala Roja, cuyo tono rojizo de sus paredes se debe al óxido de hierro. Al final de la galería se encuentra el Gran Lago, que recoge las aguas de los arroyos y del Río Negro.
Entre las instalaciones, ya fuera de las grutas, dispone de un bar, una granja de animales y un pequeño pero divertido parque acuático.
Fuente: turismoenportugal.org
Fotografía: © João Leião
GRUTAS MIRA DE AIRE, MIRA DE AIRE, PORTUGAL.
Las místicas Grutas de Mira de Aire constituyen el conjunto de grutas visitable más grande del país y se encuentran enclavadas a unos 15 kilómetros de la afamada localidad de Fátima, en un pueblo llamado Mira De Aire, ubicado a la derecha de la N 243 en dirección hacia Porto de Mós, a la entrada de la Serra d'Aire.
Estas cuevas, conocidas también como grutas dos Moinhos Velhos, fueron descubiertas en 1947, y hasta el momento son las mayores existentes en Portugal. Se encuentran unidas por una serie de túneles artificiales que totalizan una longitud de más de 4 kilómetros, de los que se visitan aproximadamente 600 metros, y cuentan con un desnivel de 110 metros.
El recorrido es en forma de espiral descendente, tiene 683 escalones y el final de la ruta cuenta con un ascensor para retornar.
Las cavidades mayores de este conjunto de grutas son: el Gran Salón, con 60 metros de alto y 45 de ancho; y la Sala Roja, cuyo tono rojizo de sus paredes se debe al óxido de hierro. Al final de la galería se encuentra el Gran Lago, que recoge las aguas de los arroyos y del Río Negro.
Entre las instalaciones, ya fuera de las grutas, dispone de un bar, una granja de animales y un pequeño pero divertido parque acuático.
Fuente: turismoenportugal.org
Fotografía: © João Leião