CONFLICTO ENTRE LA PASIÓN Y LA RAZÓN.
con frecuencia no hacemos lo que sabemos que es bueno para nosotros; a menudo nuestras emociones e impulsos nos conducen en direcciones contrarias a las que nuestra razón considera convenientes («Sé lo que es bueno para mí, pero no lo hago»;
«Quiero, pero no puedo»; «Hago lo contrario de lo que sé que me beneficia»; «Sé que esa persona me perjudica, pero sigo con ella, luego mi corazón y mi razón están en conflicto»; etcétera).
___
LOS PENSAMIENTOS Y LAS EMOCIONES SON INSEPARABLES.
Ahora bien, también en las situaciones descritas sigue siendo válido el principio según el cual nuestras emociones e impulsos y nuestros pensamientos son in-disociables.
NO HAY EN NOSOTROS UNA SUERTE DE INSTANCIA RACIONAL EN CONFLICTO CON OTRA INSTANCIA PASIONAL.
Lo que hay son ideas en conflicto, si bien no solemos ser conscientes de muchas de ellas. Tampoco es que algunas de nuestras tendencias quieran lo mejor para nosotros, y otras saboteen este objetivo. Todas ellas se orientan hacia lo percibido como un bien, como determina el conatus que nos constituye; SOLO QUE TENEMOS IDEAS ERRADAS Y CONTRADICTORIAS SOBRE DÓNDE RADICA NUESTRO VERDADERO BIEN.
La creencia de que la lógica del pensamiento y la de la emoción son diferentes tiene fundamento, pero solo desde una mirada superficial a nuestra propia interioridad. Si tal contradicción parece incuestionable, es porque no hemos advertido que el ámbito de nuestras representaciones es mucho más amplio y complejo que el de nuestros juicios y pensamientos más conscientes, con los que de forma más inmediata nos identificamos.
____
EN EFECTO, TODOS TENEMOS OPINIONES LATENTES QUE DESCONOCERNOS.
Se trata de creencias que, no han sido fruto del discernimiento propio, a las que no hemos asentido de forma reflexiva, sino que hemos asumido inadvertidamente, muchas veces provenientes de nuestro condicionamiento sociocultural y psicobiográfico. Muchas de ellas son generalizaciones y conclusiones erróneas realizadas al hilo de nuestras experiencias tempranas.
Por ejemplo: «Si me permito ser vulnerable, sufriré»; «Si pienso de forma independiente, estaré solo»; «Cuando me muestro impotente y débil, soy protegido y amado»; «Solo soy amado si soy perfecto»; «La fuente del universo carece de bondad: mejor depender solo de uno mismo y no confiar».
Estas creencias no examinadas pueden ser muy distintas de las ideas que hemos ido asumiendo en nuestra vida adulta; pero siguen latentes en nosotros, entran en conflicto con nuestras ideas más conscientes y, a nuestro pesar, configuran nuestra experiencia.
_______
con frecuencia no hacemos lo que sabemos que es bueno para nosotros; a menudo nuestras emociones e impulsos nos conducen en direcciones contrarias a las que nuestra razón considera convenientes («Sé lo que es bueno para mí, pero no lo hago»;
«Quiero, pero no puedo»; «Hago lo contrario de lo que sé que me beneficia»; «Sé que esa persona me perjudica, pero sigo con ella, luego mi corazón y mi razón están en conflicto»; etcétera).
___
LOS PENSAMIENTOS Y LAS EMOCIONES SON INSEPARABLES.
Ahora bien, también en las situaciones descritas sigue siendo válido el principio según el cual nuestras emociones e impulsos y nuestros pensamientos son in-disociables.
NO HAY EN NOSOTROS UNA SUERTE DE INSTANCIA RACIONAL EN CONFLICTO CON OTRA INSTANCIA PASIONAL.
Lo que hay son ideas en conflicto, si bien no solemos ser conscientes de muchas de ellas. Tampoco es que algunas de nuestras tendencias quieran lo mejor para nosotros, y otras saboteen este objetivo. Todas ellas se orientan hacia lo percibido como un bien, como determina el conatus que nos constituye; SOLO QUE TENEMOS IDEAS ERRADAS Y CONTRADICTORIAS SOBRE DÓNDE RADICA NUESTRO VERDADERO BIEN.
La creencia de que la lógica del pensamiento y la de la emoción son diferentes tiene fundamento, pero solo desde una mirada superficial a nuestra propia interioridad. Si tal contradicción parece incuestionable, es porque no hemos advertido que el ámbito de nuestras representaciones es mucho más amplio y complejo que el de nuestros juicios y pensamientos más conscientes, con los que de forma más inmediata nos identificamos.
____
EN EFECTO, TODOS TENEMOS OPINIONES LATENTES QUE DESCONOCERNOS.
Se trata de creencias que, no han sido fruto del discernimiento propio, a las que no hemos asentido de forma reflexiva, sino que hemos asumido inadvertidamente, muchas veces provenientes de nuestro condicionamiento sociocultural y psicobiográfico. Muchas de ellas son generalizaciones y conclusiones erróneas realizadas al hilo de nuestras experiencias tempranas.
Por ejemplo: «Si me permito ser vulnerable, sufriré»; «Si pienso de forma independiente, estaré solo»; «Cuando me muestro impotente y débil, soy protegido y amado»; «Solo soy amado si soy perfecto»; «La fuente del universo carece de bondad: mejor depender solo de uno mismo y no confiar».
Estas creencias no examinadas pueden ser muy distintas de las ideas que hemos ido asumiendo en nuestra vida adulta; pero siguen latentes en nosotros, entran en conflicto con nuestras ideas más conscientes y, a nuestro pesar, configuran nuestra experiencia.
_______