Negacion social
Hasta que como sociedad, familias e individuos no entendamos que la adicción es una enfermedad grave porque es cronica, progresiva y fatal, no vamos a poder hacer prevención.
Hasta que no entendamos que la adicción no es un déficit moral, una debilidad del carácter o un vicio, sino que es una enfermedad del cerebro y un trastorno mental (TUS DSM5) vamos a seguir acompañando los despojos que ella va dejando en las personas en vez de evitar qué muchas otras eviten padecerla.
¡Cuidado! Si vos o algún allegado dejó de consumir para sentirse bien y empezó a consumir para no sentirse mal, ya cruzó la linea, ya hay síndrome de abstinencia y puede que haya tomado el camino sin retorno de la dependencia, y quizá, como muchos de nosotros estaran años rebotando entre comisarías, hospitales, centros de rehabilitación etc. De aquí para allá sufriendo, perdiendo, muriendo.
La recuperación es posible pero no podemos negar qué muchos no podrán lograrlo, aunque quieran, aunque lo intenten, a muchos más de lo que imaginamos se los llevara a la enfermedad. Nunca sabemos qué hay detrás de la primera dosis.
Oramos por cada compañero en recuperación en todas partes del mundo, por sus familiares y sobre todo por aquellos que aún no saben que no están condenados a seguir sufriendo así.
Hasta que como sociedad, familias e individuos no entendamos que la adicción es una enfermedad grave porque es cronica, progresiva y fatal, no vamos a poder hacer prevención.
Hasta que no entendamos que la adicción no es un déficit moral, una debilidad del carácter o un vicio, sino que es una enfermedad del cerebro y un trastorno mental (TUS DSM5) vamos a seguir acompañando los despojos que ella va dejando en las personas en vez de evitar qué muchas otras eviten padecerla.
¡Cuidado! Si vos o algún allegado dejó de consumir para sentirse bien y empezó a consumir para no sentirse mal, ya cruzó la linea, ya hay síndrome de abstinencia y puede que haya tomado el camino sin retorno de la dependencia, y quizá, como muchos de nosotros estaran años rebotando entre comisarías, hospitales, centros de rehabilitación etc. De aquí para allá sufriendo, perdiendo, muriendo.
La recuperación es posible pero no podemos negar qué muchos no podrán lograrlo, aunque quieran, aunque lo intenten, a muchos más de lo que imaginamos se los llevara a la enfermedad. Nunca sabemos qué hay detrás de la primera dosis.
Oramos por cada compañero en recuperación en todas partes del mundo, por sus familiares y sobre todo por aquellos que aún no saben que no están condenados a seguir sufriendo así.