Condenada la 'violada de Tecnocasa' por amenazar a su jefe, que acababa de despedirla, con acusarle de una falsa agresión sexual como venganza.
Cuando en julio pasado la ex comercial zaragozana E.C. denunció haber sido drogada y violada en una convención de Tecnocasa en Santander unos días antes, y posteriormente despedida de la franquicia en la que trabajaba precisamente por denunciar estos hechos, varios medios llevaron su demanda a sus portadas (entre ellos El País, Telecinco y La Sexta), y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, publicó en la red social X que había pedido a Inspección de Trabajo que investigara el caso, junto con la frase "Yo sí te creo".
Parecía, en suma, otro caso de violencia machista, pero con particularidades paradigmáticas: la sumisión química, el trabajo como herramienta de poder, el despido como castigo.
Un juzgado de Santander archivó luego, a principios de noviembre, la denuncia penal de la mujer por agresión sexual.
Lo hizo tras una meticulosa investigación en la que se evidenció que ni la violación ni la sumisión química se habían producido, y la magistrada incluso envió su testimonio a otro juzgado, señalando que las falsedades de E.C. podrían ser, indiciariamente, constitutivas de delito (en una sentencia recurrida, pero también apoyada por la Fiscalía, que igualmente vio falso su testimonio).
La noticia ahora es que la Justicia acaba de condenar, según ha sabido EL MUNDO, a E.C., y la ha condenado por amenazar a su ex jefe en Tecnocasa precisamente con denunciarle inventándose una falsa agresión sexual. Es decir, por amenazarle con la denuncia que luego se llevó otro compañero, con el objetivo, piensan los policías que investigaron los hechos, de vengarse por su despido manchando a la marca.
Las amenazas se produjeron justamente en los días posteriores a la convención, cuando la mujer, de 24 años, fue despedida junto con su amigo y compañero M.G., y primero destrozó una taza lanzándola al suelo, luego dijo a varios testigos que iba a "quemar la oficina", y más tarde dio a entender que iba a denunciar por acoso sexual a su ya ex jefe, con la frase: "Va a quedar bonita la marca Tecnocasa, agresión sexual en la convención, por alguien de aquí de Zaragoza. Una agresión sexual, acoso laboral. Que no me tenga que pagar una millonada...".
Finalmente el denunciado por E.C., en una sucesión de cuatro declaraciones de la mujer a cuál más incoherente, fue otro comercial de otra oficina: un compañero que había sido Míster España, tuvo sexo consentido con ella en Santander y a causa de la denuncia pasó un "verdadero calvario laboral y personal", según su entorno.
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