Aunque mis brazos no pueden tocarte como añoro, que mis besos solo llegan a ti a través de mis pensamientos, que mis ansias de hacerte el amor son tan grandes como el mismo universo...
Eres prohibida, si, eres de corazón salvaje e indomable, y además estás en otros brazos, otros brazos que te brindan calor y fuerzas, brazos que por desgracias del destino no son los míos...
Solo espero que a pesar de ello, cunado esos brazos te toquen, te hagan mujer y te hagan sentir que vuelas, pienses en mí, y quizás, solo quizás, algún día... Eso se haga realidad