Una vez, el rey de Ujain visitó Benarés y, al partir en bote, notó a un hombre desnudo flotando sobre el agua. El hombre flotó hacia el bote y fue subido a bordo. El hombre desnudo no era otro que Trailinga Swami. Trailinga Swami pidió ver la espada del rey y, después de admirarla, simplemente la arrojó al Ganges con la ligereza de un niño pequeño. El rey se enojó mucho y decidió castigar a este loco. Entonces, Trailinga Swami saltó al agua y, sacando dos espadas idénticas, le preguntó al rey:

"Oh, rey, ¿cuál es la tuya?".

El rey permaneció allí dócilmente, incapaz de ver ninguna diferencia entre las dos espadas, a lo que Trailinga Swami replicó:

"Rey tonto, pensaste que tu espada era tan importante, pero aún así no puedes distinguirla de otra. Eres un recipiente lleno de engaño y ego. Esa espada no es tuya para siempre; no puedes llevártela contigo. Pero tu karma te acompañará a todas partes. Entonces, ¿por qué estás tan enojado por esta espada? ¿Por qué molestarte con la ira?".

Trailinga Swami le dio al rey su espada y arrojó la otra de nuevo al agua. El molesto rey pidió perdón a Trailinga Swami y, sin dudarlo un segundo, Trailinga Swami se lo concedió y luego saltó nuevamente al río.

#trailangaswami@contraperiodismomatrix