¿ES LA VIDA ACTIVA MEJOR QUE LA CONTEMPLATIVA?
Respuesta
❌ NO
Fundamento teológico
SANTO TOMÁS DE AQUINO
Suma Teológica
Parte IIa-IIae
Cuestión 182
Artículo 1
Objeciones por las que parece que la vida activa es mejor que la contemplativa:
1ª. Lo que es propio de los mejores parece ser mejor, como dice Aristóteles. Pero la vida activa es propia de los superiores, es decir, los prelados, constituidos en honor y poder. Por eso dice San Agustín que en la acción no ha de buscarse el honor ni el poder de este mundo. Luego parece que la vida activa es mejor que la contemplativa.
2ª. En todos los hábitos y actos toca mandar al más importante. Así, el militar, que es más digno, manda sobre el que hace bridas. Ahora bien, toca a la vida activa disponer y mandar sobre la contemplativa, conforme a lo que se le manda a Moisés en Ex., 19, 21: Baja y prohíbe al pueblo que traspase el término marcado para acercarse a ver a Yahveh. Luego la vida activa es mejor que la contemplativa.
3ª. Nadie debe apartarse de lo más importante para dedicarse a lo menos importante, ya que el Apóstol dice en I Cor., 12, 31: Aspirad a los carismas mejores. Pero muchos se apartan del estado de vida contemplativa para dedicarse a la activa, como es el caso de los que son nombrados prelados. Luego parece que la vida activa es mejor que la contemplativa.
Contra esto está lo que se dice en Lc., 10, 42 por boca del Señor: María ha escogido la mejor parte y no se la quitarán. Ahora bien, María es el símbolo de la vida contemplativa. Luego ésta es mejor que la activa.
Respondo que no hay inconveniente en que algo esencialmente más excelente sea inferior a otra cosa bajo algún aspecto.
Hay que decir, por consiguiente, que la vida contemplativa es, en sí misma, mejor que la activa.
Aristóteles lo demuestra con ocho argumentos en X Ethic.:
El primero es que la vida contemplativa conviene al hombre por razón de lo que hay de más excelente en él, es decir, por el entendimiento y sus objetos propios, las cosas inteligibles, mientras que la vida activa se ocupa de las cosas externas. Por eso Raquel, símbolo de la vida contemplativa, se interpreta como principio visto. La vida activa, en cambio, está simbolizada en Lía, que era de ojos legañosos, como dice San Gregorio en VI Moral.
El segundo, que la vida contemplativa puede ser más continua, aunque no en el sumo grado de contemplación. Por eso María, que simboliza la vida contemplativa, es presentada continuamente como sentada a los pies del Señor.
El tercero, que el placer de la vida contemplativa es mayor que el de la activa. Por eso San Agustín dice: Marta se turbaba mientras María se deleitaba.
El cuarto, que en la vida contemplativa el hombre se basta mejor a sí mismo, porque necesita pocas cosas para ella. Por eso se dice en Lc., 10, 41: Marta, Marta, te inquietas y te turbas por muchas cosas.
El quinto, que la vida contemplativa es más amada por sí misma, mientras que la activa se ordena a otra cosa. Por eso dice el Salmo 26, 4: Una cosa pedí al Señor, y esa procuraré, el vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida para conocer su voluntad.
El sexto, que la vida contemplativa consiste en cierto descanso y reposo, según se nos dice en el salmo 26, 4: Descansad y ved que yo soy Dios.
El séptimo, que la vida contemplativa se dedica a las cosas divinas, mientras que la activa se da a las humanas. Por eso dice San Agustín: «En el principio era el Verbo», he aquí lo que María oía. «El Verbo se hizo carne», he aquí al que Marta servía.
El octavo, que la vida contemplativa se acomoda a lo más esencial del hombre, es decir, al entendimiento, mientras que en la activa intervienen también las potencias inferiores, que nos son comunes con los animales. Por eso en el Salmo 35, después de decir (v.7): Salvarás a los hombres y a los animales, Señor, aparece lo que es más propio del hombre: En tu luz veremos la luz.
El Señor añade una novena razón en Lc., 10, 42 al decir: María ha escogido la mejor parte, y no le será quitada.
Respuesta
❌ NO
Fundamento teológico
SANTO TOMÁS DE AQUINO
Suma Teológica
Parte IIa-IIae
Cuestión 182
Artículo 1
Objeciones por las que parece que la vida activa es mejor que la contemplativa:
1ª. Lo que es propio de los mejores parece ser mejor, como dice Aristóteles. Pero la vida activa es propia de los superiores, es decir, los prelados, constituidos en honor y poder. Por eso dice San Agustín que en la acción no ha de buscarse el honor ni el poder de este mundo. Luego parece que la vida activa es mejor que la contemplativa.
2ª. En todos los hábitos y actos toca mandar al más importante. Así, el militar, que es más digno, manda sobre el que hace bridas. Ahora bien, toca a la vida activa disponer y mandar sobre la contemplativa, conforme a lo que se le manda a Moisés en Ex., 19, 21: Baja y prohíbe al pueblo que traspase el término marcado para acercarse a ver a Yahveh. Luego la vida activa es mejor que la contemplativa.
3ª. Nadie debe apartarse de lo más importante para dedicarse a lo menos importante, ya que el Apóstol dice en I Cor., 12, 31: Aspirad a los carismas mejores. Pero muchos se apartan del estado de vida contemplativa para dedicarse a la activa, como es el caso de los que son nombrados prelados. Luego parece que la vida activa es mejor que la contemplativa.
Contra esto está lo que se dice en Lc., 10, 42 por boca del Señor: María ha escogido la mejor parte y no se la quitarán. Ahora bien, María es el símbolo de la vida contemplativa. Luego ésta es mejor que la activa.
Respondo que no hay inconveniente en que algo esencialmente más excelente sea inferior a otra cosa bajo algún aspecto.
Hay que decir, por consiguiente, que la vida contemplativa es, en sí misma, mejor que la activa.
Aristóteles lo demuestra con ocho argumentos en X Ethic.:
El primero es que la vida contemplativa conviene al hombre por razón de lo que hay de más excelente en él, es decir, por el entendimiento y sus objetos propios, las cosas inteligibles, mientras que la vida activa se ocupa de las cosas externas. Por eso Raquel, símbolo de la vida contemplativa, se interpreta como principio visto. La vida activa, en cambio, está simbolizada en Lía, que era de ojos legañosos, como dice San Gregorio en VI Moral.
El segundo, que la vida contemplativa puede ser más continua, aunque no en el sumo grado de contemplación. Por eso María, que simboliza la vida contemplativa, es presentada continuamente como sentada a los pies del Señor.
El tercero, que el placer de la vida contemplativa es mayor que el de la activa. Por eso San Agustín dice: Marta se turbaba mientras María se deleitaba.
El cuarto, que en la vida contemplativa el hombre se basta mejor a sí mismo, porque necesita pocas cosas para ella. Por eso se dice en Lc., 10, 41: Marta, Marta, te inquietas y te turbas por muchas cosas.
El quinto, que la vida contemplativa es más amada por sí misma, mientras que la activa se ordena a otra cosa. Por eso dice el Salmo 26, 4: Una cosa pedí al Señor, y esa procuraré, el vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida para conocer su voluntad.
El sexto, que la vida contemplativa consiste en cierto descanso y reposo, según se nos dice en el salmo 26, 4: Descansad y ved que yo soy Dios.
El séptimo, que la vida contemplativa se dedica a las cosas divinas, mientras que la activa se da a las humanas. Por eso dice San Agustín: «En el principio era el Verbo», he aquí lo que María oía. «El Verbo se hizo carne», he aquí al que Marta servía.
El octavo, que la vida contemplativa se acomoda a lo más esencial del hombre, es decir, al entendimiento, mientras que en la activa intervienen también las potencias inferiores, que nos son comunes con los animales. Por eso en el Salmo 35, después de decir (v.7): Salvarás a los hombres y a los animales, Señor, aparece lo que es más propio del hombre: En tu luz veremos la luz.
El Señor añade una novena razón en Lc., 10, 42 al decir: María ha escogido la mejor parte, y no le será quitada.