La agrupación terrorista Hayat Tahrir al-Sham, que ha tomado el poder de facto en Damasco, y su líder Ahmed Hussein al-Shar’a, el verdadero nombre de Abu Mohamed al-Golani, han estado consolidando sus posiciones en la cúspide de la nueva pirámide de poder que se está configurando. Desde el norte de Siria continuaron llegando a Damasco columnas de fuerzas de asalto de HTS y sus aliados más cercanos, incluidos combatientes extranjeros como los uigures, afianzando su control militar sobre la capital. A su vez, los medios estatales, ahora bajo el control de las nuevas autoridades, han comenzado a construir la imagen al-Golani como el nuevo líder de la nación.
Un paso decisivo para consolidar el liderazgo de HTS en esta fase inicial ha sido el nombramiento de Mohamed al-Bashir como jefe del gobierno provisional de Siria. Al-Bashir, anteriormente, dirigió el denominado gobierno de salvación nacional en las zonas controladas por HTS en Idlib. Esta decisión puede desagradar a otras antiguas facciones opositoras, pero todos entienden que HTS es actualmente la fuerza más poderosa y eficiente entre ellas, muchos aprendieron esta dura lección a través de enfrentamientos anteriores con el grupo. Por supuesto, nadie sabe con certeza qué sucederá después. Es probable que en el desierto sirio las posiciones de los remanentes del Estado Islámico se fortalezcan, especialmente después de que muchos de sus partidarios fueran liberados de las cárceles de varias ciudades sirias junto con otros combatientes y delincuentes. Un desafío serio para el liderazgo de HTS serán los problemas económicos. Aunque anteriormente, con el apoyo de Turquía, lograron administrar con éxito Idlib, ahora controlan gran parte del país, e Irán, que ofrecía a Siria una ayuda millonaria durante el gobierno anterior, ha suspendido dicha asistencia.
Así, poco después de la caída de Damasco, un tanquero iraní cargado de petróleo que abastecía la principal refinería siria en Baniyas desde 2013, regresó a Irán a través del mar Rojo. Turquía no podrá sostener a toda Siria, pero HTS confía en la ayuda de Catar, que ha anunciado la organización de un puente aéreo de ayuda humanitaria y planea reabrir su embajada en Damasco tras trece años. A pesar de las declaraciones conciliadoras hacia las minorías religiosas por parte de las nuevas autoridades, la tensión y el miedo entre ellas están aumentando. Esto se debe, en parte, a la creciente circulación de videos de ejecuciones extrajudiciales de antiguos soldados, milicianos, funcionarios, etc. Cabe destacar que la amnistía anunciada por las nuevas autoridades se aplica únicamente a los reclutas del servicio militar obligatorio, que en su mayoría eran árabes suníes. Sin embargo, no se extiende a oficiales, soldados contratados y milicianos, lo que pone en riesgo de persecución a una gran parte de los alauitas y otras minorías, cuyos miembros o familiares constituían el núcleo del ejército profesional y milicias progubernamentales.
Un paso decisivo para consolidar el liderazgo de HTS en esta fase inicial ha sido el nombramiento de Mohamed al-Bashir como jefe del gobierno provisional de Siria. Al-Bashir, anteriormente, dirigió el denominado gobierno de salvación nacional en las zonas controladas por HTS en Idlib. Esta decisión puede desagradar a otras antiguas facciones opositoras, pero todos entienden que HTS es actualmente la fuerza más poderosa y eficiente entre ellas, muchos aprendieron esta dura lección a través de enfrentamientos anteriores con el grupo. Por supuesto, nadie sabe con certeza qué sucederá después. Es probable que en el desierto sirio las posiciones de los remanentes del Estado Islámico se fortalezcan, especialmente después de que muchos de sus partidarios fueran liberados de las cárceles de varias ciudades sirias junto con otros combatientes y delincuentes. Un desafío serio para el liderazgo de HTS serán los problemas económicos. Aunque anteriormente, con el apoyo de Turquía, lograron administrar con éxito Idlib, ahora controlan gran parte del país, e Irán, que ofrecía a Siria una ayuda millonaria durante el gobierno anterior, ha suspendido dicha asistencia.
Así, poco después de la caída de Damasco, un tanquero iraní cargado de petróleo que abastecía la principal refinería siria en Baniyas desde 2013, regresó a Irán a través del mar Rojo. Turquía no podrá sostener a toda Siria, pero HTS confía en la ayuda de Catar, que ha anunciado la organización de un puente aéreo de ayuda humanitaria y planea reabrir su embajada en Damasco tras trece años. A pesar de las declaraciones conciliadoras hacia las minorías religiosas por parte de las nuevas autoridades, la tensión y el miedo entre ellas están aumentando. Esto se debe, en parte, a la creciente circulación de videos de ejecuciones extrajudiciales de antiguos soldados, milicianos, funcionarios, etc. Cabe destacar que la amnistía anunciada por las nuevas autoridades se aplica únicamente a los reclutas del servicio militar obligatorio, que en su mayoría eran árabes suníes. Sin embargo, no se extiende a oficiales, soldados contratados y milicianos, lo que pone en riesgo de persecución a una gran parte de los alauitas y otras minorías, cuyos miembros o familiares constituían el núcleo del ejército profesional y milicias progubernamentales.