La madrugada pasada fue asesinado en Moscú el jefe de las Fuerzas de Defensa Biológica de las Fuerzas Armadas rusas. El general Kirilov murió en un atentado con bomba junto a su ayudante al salir de su domicilio. A pesar de que este acontecimiento no tiene ninguna repercusión real en el campo de batalla, es un hecho que los atentados de los servicios de inteligencia ucranianos en territorio ruso continúan.