Primera carta abierta sobre el tratado de la OMS sobre la pandemia
Por
World Council for Health
marzo 8, 2022
A: Personas de todo el mundo. Gobiernos, presidentes, ministros de sanidad. Medios de comunicación independientes
A: OMS a través de la Asamblea Mundial de la Salud, Dr. Tedros Adhanom Ghebreysus, Dr. Soumya Swaminathan
A: Naciones Unidas a través de Antonio Guterres, Liu Zhenmin, Elliott Harris, Maria-Francesca Spatolisano
El Consejo Mundial de la Salud (CMS ), una coalición de científicos, médicos, abogados y organizaciones de defensa de la sociedad civil, se opone a las maniobras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para llevar a cabo una toma de poder en forma de acuerdo global sobre la pandemia, mientras la atención del mundo se desvía por la última crisis.
El acuerdo propuesto por la OMS es innecesario y constituye una amenaza para la soberanía y los derechos inalienables. Aumenta el poder asfixiante de la OMS para declarar pandemias injustificadas, imponer encierros deshumanizantes e imponer tratamientos caros, inseguros e ineficaces en contra de la voluntad del pueblo.
El CMI cree que la gente tiene derecho a participar en cualquier acuerdo que afecte a sus vidas, medios de subsistencia y bienestar. Sin embargo, la OMS no ha llevado a cabo un proceso de participación pública, lo que evidencia que su prioridad es captar más poder para sí misma y sus cómplices corporativos, que servir a los intereses del pueblo. Sin un proceso democrático imparcial, cualquier acuerdo de la OMS, actuando a través de las Naciones Unidas, será ilegal, ilegítimo e inválido.
Históricamente, los dirigentes de la OMS han fallado al pueblo. Entre otros muchos ejemplos, aprobó la perjudicial vacuna H1N1 (gripe porcina) para una pandemia declarada de forma controvertida. Del mismo modo, la OMS fracasó durante el capítulo Covid-19, ya que fomentó los cierres, suprimió los tratamientos preventivos tempranos y recomendó intervenciones con productos que no han demostrado ser ni seguros ni eficaces.
No se puede permitir que la OMS controle la agenda sanitaria mundial, ni que imponga la biovigilancia. Aunque recibe financiación de fuentes públicas que pertenecen al pueblo, está atrapada en un perpetuo conflicto de intereses porque también recibe una importante financiación de intereses privados que utilizan sus contribuciones para influir en las decisiones y mandatos de la OMS y beneficiarse de ellos. Por ejemplo, la Fundación Gates y la alianza de promoción de vacunas GAVI, financiada por Gates, aportan más de 1.000 millones de dólares al año.
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