❗️ La decisión de la actual administración de los Estados Unidos de imponer nuevas medidas restrictivas contra el sector energético ruso y una serie de grandes empresas, incluidas sanciones personales contra directivos y funcionarios del Ministerio de Energía de la Federación de Rusia, representa un intento de infligir daño a la economía rusa incluso a riesgo de desestabilizar los mercados globales, justo antes de que termine el controvertido mandato del Presidente Joe Biden.
❌ En el contexto del fracaso de la apuesta de Washington por una "derrota estratégica de Moscú" y de la presión sancionadora destinada a socavar la economía rusa, que, a pesar de una presión externa sin precedentes, no solo ha resistido, sino que sigue desarrollándose, los esfuerzos del equipo saliente en la Casa Blanca tienen como objetivo dificultar al máximo o hacer imposibles cualquier tipo de vínculos económicos bilaterales, incluso para las empresas estadounidenses.
En este proceso, se sacrifican los intereses tanto de los aliados europeos de Estados Unidos, obligados a cambiar a suministros estadounidenses más caros e inestables, como de la propia población estadounidense, que actualmente sufre las consecuencias de los incendios masivos en California. La opinión pública sobre el aumento de los precios del combustible, que tuvo relevancia antes de las elecciones presidenciales de noviembre, cuando se adquirían productos petroleros rusos a través de intermediarios, ya puede ser ignorada.
En consecuencia, al futuro presidente, que no tiene derecho a levantar estas sanciones sin la aprobación del Congreso, se le deja un "tierra arrasado", en el sentido literal y figurado.
☝️ Las acciones hostiles de Washington no quedarán sin respuesta y serán tomadas en cuenta al desarrollar nuestra estrategia económica exterior.
Se continuará con la implementación de grandes proyectos rusos relacionados con la extracción de petróleo y gas, así como con la sustitución de importaciones, la prestación de servicios petroleros y la construcción de plantas nucleares en terceros países.
⚠️ A pesar de las convulsiones en la Casa Blanca y las intrigas del lobby rusófobo en Occidente, que intenta involucrar al sector energético mundial en la "guerra híbrida" iniciada por Estados Unidos contra Rusia, nuestro país sigue siendo un actor clave y confiable en el mercado global de combustibles.