La conductora del atropello mortal en Fuengirola circulaba ebria, sin carné y a más de 100 kilómetros por hora en una vía de 30.
Con una tasa de alcohol que superaba en más del doble la permitida (0,45), según han confirmado a EL MUNDO fuentes cercanas al caso, la conductora -una mujer iraní de 45 años- no sólo circulaba ebria y sin carné de conducir, sino que lo hacía a una velocidad de entre 100 y 120 kilómetros por hora en una vía donde la velocidad máxima permitida es de 30 kilómetros por hora.
En medio del descontrol, el vehículo terminó por atropellar a un peatón, un joven originario de la provincia de Sevilla que falleció en el acto, y por arrollar la terraza de la pizzería, causando una decena de heridos. Entre los afectados hay dos menores y siete adultos, tres de ellos en estado muy grave.
Detenida y acusada de dos homicidios por imprudencia grave y de lesiones, así como de un delito por imprudencia grave y otro contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol, tras el percance fue traslada hasta un centro hospitalario de la provincia, si bien su estado no reviste gravedad y este mismo viernes ha sido trasladada hasta la comisaría de Fuengirola para prestar declaración ante los agentes que llevan el caso.
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