LO RELATIVO Y LO ABSOLUTO.
Para ilustrar lo relativo y lo absoluto, tomemos como ejemplo el alba y el ocaso. Cuando decimos que el sol sale por la mañana y se oculta por la tarde, estamos diciendo una verdad relativa. En términos absolutos, es falso.
Es solamente desde la perspectiva limitada de un observador que esté en la superficie de la Tierra que se puede afirmar que el sol sale y se oculta. Si estuviéramos lejos en el espacio, veríamos que el sol no sale ni se oculta, sino que brilla continuamente. Sin embargo, aún sabiendo ese hecho, podemos seguir hablando del alba y el ocaso, apreciar su belleza, pintarlos, escribir poemas sobre ellos, a pesar de saber que es una verdad relativa y no absoluta.
El infinito no puede explicarse a base de fórmulas matemáticas o de conceptos. Ningún pensamiento puede encapsular la inmensidad de la totalidad.
Aunque la realidad es un todo unificado, el pensamiento la corta en fragmentos. Esto da lugar a los errores fundamentales de la percepción, por ejemplo, que hay cosas y sucesos independientes, o que esto es la causa de aquello. Todo pensamiento implica un punto de vista, y todo punto de vista, por su naturaleza, implica limitación, lo cual significa en últimas que no es verdad, o por lo menos no en términos absolutos.
Solamente el todo es verdad, pero el todo no puede verbalizarse ni pensarse. Visto más allá de las limitaciones del pensamiento y, por tanto, incomprensible para la mente humana, todo sucede en el ahora. Todo lo que ha sido o será es el ahora y está por fuera del tiempo, que es una construcción mental.
Entonces, sigamos refiriéndonos por un momento a otra verdad relativa: lo cual implica la perspectiva limitada del tiempo, y veamos su relevancia para nuestra propia vida. Claro está que la noción de "nuestra propia vida" es otro punto de vista limitado producto del pensamiento, otra verdad relativa. En últimas, "nuestra propia vida" no existe, puesto que nosotros y la vida no somos dos sino uno.
Eckhart Tolle.
Para ilustrar lo relativo y lo absoluto, tomemos como ejemplo el alba y el ocaso. Cuando decimos que el sol sale por la mañana y se oculta por la tarde, estamos diciendo una verdad relativa. En términos absolutos, es falso.
Es solamente desde la perspectiva limitada de un observador que esté en la superficie de la Tierra que se puede afirmar que el sol sale y se oculta. Si estuviéramos lejos en el espacio, veríamos que el sol no sale ni se oculta, sino que brilla continuamente. Sin embargo, aún sabiendo ese hecho, podemos seguir hablando del alba y el ocaso, apreciar su belleza, pintarlos, escribir poemas sobre ellos, a pesar de saber que es una verdad relativa y no absoluta.
El infinito no puede explicarse a base de fórmulas matemáticas o de conceptos. Ningún pensamiento puede encapsular la inmensidad de la totalidad.
Aunque la realidad es un todo unificado, el pensamiento la corta en fragmentos. Esto da lugar a los errores fundamentales de la percepción, por ejemplo, que hay cosas y sucesos independientes, o que esto es la causa de aquello. Todo pensamiento implica un punto de vista, y todo punto de vista, por su naturaleza, implica limitación, lo cual significa en últimas que no es verdad, o por lo menos no en términos absolutos.
Solamente el todo es verdad, pero el todo no puede verbalizarse ni pensarse. Visto más allá de las limitaciones del pensamiento y, por tanto, incomprensible para la mente humana, todo sucede en el ahora. Todo lo que ha sido o será es el ahora y está por fuera del tiempo, que es una construcción mental.
Entonces, sigamos refiriéndonos por un momento a otra verdad relativa: lo cual implica la perspectiva limitada del tiempo, y veamos su relevancia para nuestra propia vida. Claro está que la noción de "nuestra propia vida" es otro punto de vista limitado producto del pensamiento, otra verdad relativa. En últimas, "nuestra propia vida" no existe, puesto que nosotros y la vida no somos dos sino uno.
Eckhart Tolle.